FAQ

La sensibilidad del cuero cabelludo se debe principalmente a un desequilibrio en la producción de grasa y puede provocar irritaciones. La contaminación y el estrés también pueden causar irritación en el cuero cabelludo.

La caída del cabello es un fenómeno fisiológico normal que, si se agrava, puede convertirse en un problema. Esto deberá ser diagnosticado por un médico.

La alopecia androgénica afecta principalmente a los hombres, pero, en menor medida, puede afectar también a las mujeres.

El médico de cabecera o el dermatólogo son quienes podrán emitir un diagnóstico.

Después de la menopausia, cuando los ovarios dejan de producir estrógenos, que ejercen una acción protectora frente a las hormonas masculinas responsables de la caída del cabello. Después de dar a luz, pero esa caída normal del cabello suele desaparecer pasados unos meses.

En los hombres, en más del 90 % de los casos, la causa principal es la alopecia androgénica.

En este caso, se trata de una caída del cabello que es progresiva. Se localiza en zonas definidas de la cabeza: en general, empieza con un simple ensanchamiento de la raya central. Después, se extiende poco a poco a toda la parte superior de la cabeza y se suele concentrar en la coronilla, o en las sienes y encima de las orejas.

Esta reacción suele ser constitucional del cuero cabelludo. Por ejemplo, los hombres y los adolescentes suelen tener el cabello más graso que las mujeres, debido a su producción hormonal. Hay soluciones, pero si el fenómeno persiste, hay que consultar al dermatólogo.

El fenómeno de descamación consiste en la eliminación de las capas superficiales de la epidermis, en forma de escamas pequeñas. También se conoce como exfoliación. Esta descamación es un proceso natural de renovación de la epidermis, y puede verse acelerado por las quemaduras producidas por el sol o las enfermedades cutáneas como la psoriasis.

El sebo, o grasa, es una sustancia compuesta principalmente por lípidos, y secretada por las glándulas sebáceas que se encuentran en la base del cabello. Al mezclarse con el sudor, protege la piel de la sequedad y de las agresiones externas.

La hiperseborrea, o exceso de grasa, es un fenómeno cutáneo relacionado con una producción excesiva de sebo, que da a la piel un aspecto brillante. Es lo que provoca las pieles grasas y puede ser una causa de la aparición del acné.

Una escama es una fina lámina de piel que se desprende de la epidermis. Las células muertas se eliminan de forma natural en forma de escamas minúsculas. Sin embargo, se hacen visibles cuando hay una descamación excesiva relacionada con una dermatosis cutánea (psoriasis) o una inflamación del cuero cabelludo (caspa).

La psoriasis es una enfermedad crónica de la piel. Se suele manifestar en forma de manchas o placas rojas recubiertas de escamas. La psoriasis se localiza principalmente en las rodillas, los codos, el ombligo y la región lumbar. También puede afectar al cuero cabelludo e incluso a las manos y las mucosas.

El folículo piloso es la parte invisible del cabello, a 4 mm por debajo del cuero cabelludo, desde donde nace. Se conoce también como folículo pilosebáceo, y es una especie de saco que encierra el bulbo piloso.

La caspa es una condición que puede presentarse en dos formas. Cuando es seca, las escamas que se desprenden caen sobre los hombros. Cuando es grasa, suelen aparecer placas de descamación de mayor tamaño y pegajosas. La caspa está causada por la proliferación de una levadura (un hongo) que provoca una renovación celular acelerada.

La palabra «fanera» viene del griego phaneros, que significa «visible». Las faneras son todas las producciones de la epidermis que cubren la piel y son visibles. El cabello y el pelo son faneras.

La alopecia consiste en la caída del cabello y del pelo. El último estadio de la alopecia es la calvicie. La alopecia afecta a los hombres, pero también a las mujeres. Puede ser parcial o total. La caída del cabello puede tener distintas causas: herencia, estrés, carencias nutricionales, champús inadecuados...

La caída del cabello de origen genético se denomina alopecia androgénica. Este tipo de alopecia, la más frecuente, se debe a una mayor sensibilidad a las hormonas masculinas, los andrógenos. La alopecia androgénica, también conocida como calvicie común, a veces aparece muy temprano, en torno a los 18 años.

Los andrógenos son hormonas masculinas, secretadas por los testículos, los ovarios y las glándulas suprarrenales que se encuentran encima de cada riñón. La testosterona es el andrógeno más activo. Por tanto, la caída de cabello de origen genético se debe a la influencia de estas hormonas masculinas.

Una uña quebradiza o escamada es la consecuencia de una estructura debilitada. Las distintas capas de queratina que componen la uña se subdividen o se fragmentan por distintas razones: la utilización de tijeras o cortaúñas, los cosméticos inadecuados, una exposición repetida a detergentes, carencias nutricionales, una inmersión prolongada en agua, etc.

Las uñas blandas se doblan y se rompen fácilmente: necesitan una protección adicional. Esto suele deberse a una falta de vitaminas y sales minerales en la alimentación cotidiana. También puede deberse a mala salud. La solución: aplicar un endurecedor hidratante para restaurar los puntos de unión entre las distintas placas de queratina.

La uña puede estriarse de forma longitudinal o transversal. Estos defectos indican el envejecimiento de la uña, una enfermedad de la piel (psoriasis, micosis...) o una mala circulación sanguínea. Los surcos debilitan la uña y la hacen antiestética. El tratamiento consiste en aplicar un barniz de relleno para nivelar la superficie de la uña.

Un producto dermocosmético se aplica localmente en la piel, el cuero cabelludo y el cabello. Combina una acción cosmética y dermatológica. Los tratamientos dermocosméticos están formulados para preservar la salud de la piel y del cabello. Ayudan a hidratar las pieles secas, a tratar la caspa, a aliviar la psoriasis…

La dermis es la capa que se encuentra debajo de la epidermis y encima de la hipodermis. Se compone de fibras de colágeno y elásticas, que aportan a la piel su resistencia y elasticidad. También actúa como depósito de hidratación, gracias a unas moléculas que captan agua: los glicosaminoglicanos o GAG.

La epidermis es la capa superficial de la piel. Se encuentra encima de la dermis. La epidermis es impermeable y constituye la primera defensa contra las agresiones externas.

El manto hidrolipídico es una película protectora que cubre toda la superficie de la piel. Está compuesto principalmente por sudor, grasa y agua, y su función primordial es defender la piel contra las bacterias. En resumen, actúa como una barrera protectora externa. Además, permite a la piel conservar su flexibilidad e hidratación.

La atopia hace referencia a una predisposición hereditaria del sistema inmunitario a padecer reacciones de hipersensibilidad. La atopia se manifiesta de distintas maneras: rinitis, asma, conjuntivitis, alergias alimentarias. Esta predisposición también puede manifestarse en forma de dermatitis atópica.

La dermatitis atópica, también conocida como eczema atópico, se caracteriza por una sequedad cutánea constitucional y una inflamación asociadas al prurito en épocas de crisis. Esta dermatosis, que se da en las personas con predisposición genética, es de origen alérgico y afecta al 20 % de los niños de países industrializados.

La rosácea es una manifestación de una alteración cutánea del rostro relacionada con la cuperosis. De forma común, se caracteriza por la aparición de rojeces y granos, en concreto en la nariz, barbilla, frente y mejillas. La rosácea también se conoce como acné rosáceo.

El acné inflamatorio es una forma común de acné relacionada con la inflamación de microquistes y puntos negros. Se trata, pues, de una agravación del acné retencional que se manifiesta por la aparición de granos (pústulas, pápulas, nódulos y quistes nodulares).

El acné retencional, forma común del acné, se caracteriza por la presencia de lesiones retencionales resultantes de la hiperqueratinización del conducto pilosebáceo. Hay dos tipos de lesiones retencionales: puntos negros y microquistes (comedones abiertos y cerrados).

El comedón o punto negro es una acumulación excesiva de sebo, secretado por la glándula sebácea, que rellena el poro de la piel. Existen tres tipos de comedones, uno de ellos es el comedón abierto o punto negro: la parte que está en contacto con el aire se oxida y se ennegrece.

Un producto matificante reduce el aspecto brillante de la piel, al absorber las secreciones sebáceas y limitar la producción de sebo. Esto es posible gracias a la presencia de vitaminas y zinc que neutralizan el brillo en su punto de origen, o gracias a las tecnologías que desobstruyen el núcleo de los poros. Puede presentarse en forma de polvo, de base de maquillaje o de emulsión.

La inflamación es una reacción de la defensa inmunitaria del organismo ante una agresión: infecciones, quemaduras, alergias... En la piel, puede caracterizarse por aparición de enrojecimiento, hinchazón, calor o irritación.

Un astringente tiene la propiedad de secar y contraer los tejidos. Se puede recurrir a una sustancia astringente por sus propiedades antisépticas. En ocasiones, el uso inadecuado de jabones astringentes puede provocar sequedad en la piel. En ese caso, es recomendable sustituirlos por jabones supergrasos, adaptados a las pieles secas.

La ictiosis es una enfermedad que se caracteriza por una sequedad cutánea severa y por la aparición de escamas. Además, la piel adquiere un tacto áspero. La ictiosis es el resultado de un engrosamiento anormal del estrato córneo, la capa superficial de la epidermis.

La xerosis es el término dermatológico utilizado para definir la piel seca. Se caracteriza por una piel áspera, que carece de flexibilidad.

La cuperosis se manifiesta con un enrojecimiento permanente en ciertas zonas localizadas de la cara, como la nariz o las mejillas. Está relacionada con la dilatación de los vasos sanguíneos. La cuperosis es una agravación de la eritosis, que a su vez se caracteriza por la aparición de rojeces difusas.

La eritrosis se presenta como un enrojecimiento difuso y persistente en la cara. Se produce tras agresiones externas, como el afeitado o las variaciones de temperatura. Aparece principalmente en la nariz, la barbilla, la frente y las mejillas.

En función de la causa del picor de la zona íntima, ya sea vaginal o vulvar, el médico le recomendará los productos convenientes (antinfecciosos o cremas dermatológicas). Para acompañar el tratamiento, se recomienda utilizar productos específicos de higiene íntima con un principio activo calmante.

Lo principal es adoptar buenos hábitos y evitar infecciones . Es muy importante utilizar productos de higiene íntima adaptados. También es imprescindible consultar a un profesional sanitario, ya que la picazón en la zona íntima no siempre está causada por hongos. Sólo un especialista puede recetar un tratamiento farmacológico adaptado a cada patología.

Las estrías son pequeñas cicatrices en la superficie de la piel. Las estrías recientes tienen un color rojo o morado. Con el tiempo, se convierten en estrías blancas.

Lo más adecuado es evitar que aparezcan. Para ello, hay que evitar los cambios de peso bruscos, con un estilo de vida saludable y la práctica de una actividad física regular.

La caída del cabello es típica en la época del posparto. A medida que las hormonas del embarazo vuelven a la normalidad, los cambios que provocan en el organismo van disminuyendo progresivamente y el cabello recupera su apariencia anterior.

La duración de la caída del cabello en el posparto varía según la mujer. Suele durar alrededor de tres meses, y se observa una vuelta a la normalidad aproximadamente 12 meses después del parto.

La menopausia es un fenómeno natural, no es una enfermedad. Etimológicamente, el término menopausia significa «cese de la menstruación», y se refiere al periodo que marca el momento en que los ovarios dejan de producir las hormonas de la reproducción: los estrógenos y la progesterona.

La menopausia suele empezar en torno a los 50 años.

Las infecciones de orina afectan al aparato urinario y, generalmente, se localizan en la vejiga, la uretra o los riñones. La inflamación suele estar provocada por una bacteria que se encuentra en el tubo digestivo (E. Coli), que contamina las vías urinarias desde el ano.

Las infecciones de orina pueden estar localizadas en las vías urinarias bajas (no van más allá de la vejiga), en cuyo caso se denominan cistitis si se producen en la vejiga, o uretritis si lo hacen en la uretra. A veces los gérmenes invaden las vías urinarias hasta los riñones, entonces la infección se denomina pielonefritis. Si afecta a la próstata, se conoce como prostatitis.

Sí, y la prevención consiste en gestos sencillos: limpiarse de adelante hacia atrás después de ir al baño, evitar las duchas vaginales (que alteran la flora vaginal), beber mucha agua, orinar antes y después de las relaciones sexuales, no llevar ropa demasiado apretada y utilizar ropa interior de algodón preferentemente.