La flora vaginal, también conocida como microbiota vaginal, desempeña un papel esencial en la salud íntima de la mujer. Crea una barrera natural contra los agentes patógenos responsables de infecciones urinarias, hongos o vaginosis bacterianas. Se trata de un ecosistema complejo compuesto por miles de millones de microorganismos, principalmente bacterias lácticas. Estas bacterias tienen un papel clave en el mantenimiento de un pH ácido, esencial para proteger la vagina contra infecciones, inflamaciones y desequilibrios (1). Sin embargo, muchos factores pueden alterar este equilibrio tan delicado.

¿Cuáles son las causas de un desequilibrio de la flora íntima?

La flora vaginal se basa en un equilibrio delicado entre bacterias protectoras y patógenas. Este sistema puede verse alterado por numerosos factores internos y externos (2):

• Los antibióticos: Aunque son indispensables para tratar infecciones, los antibióticos pueden eliminar las bacterias beneficiosas, permitiendo la proliferación de bacterias patógenas.

• Los cambios hormonales: Las variaciones hormonales relacionadas con la menstruación, el embarazo, la menopausia o el uso de anticonceptivos pueden alterar el equilibrio de la flora vaginal.

• Los malos hábitos de higiene íntima: El uso excesivo de jabones agresivos o duchas vaginales puede alterar el pH vaginal y destruir las bacterias protectoras.

• El estrés y el cansancio: Estos factores pueden debilitar el sistema inmunológico y desequilibrar la microbiota vaginal.

• La ropa interior inadecuada: Los tejidos sintéticos o demasiado ajustados crean un entorno favorable para la proliferación de bacterias nocivas.

Es importante identificar la causa del desequilibrio para tratarlo de forma eficaz.

¿Cuáles son los síntomas de una flora vaginal desequilibrada?

Un desequilibrio de la flora vaginal se manifiesta con síntomas que pueden afectar la vida cotidiana.
Los signos más comunes incluyen (3):

• Picores, sensación de ardor o enrojecimiento: a menudo relacionados con vaginitis, que pueden tener origen infeccioso.

• Flujo vaginal anormal: abundante, con mal olor.

• Dolor durante las relaciones sexuales: un entorno vaginal alterado puede aumentar la vulnerabilidad a irritaciones e infecciones de transmisión sexual, como la tricomoniasis.

• Infecciones vulvovaginales por hongos recurrentes: las infecciones fúngicas, como la candidiasis, son frecuentes cuando el equilibrio de la flora vaginal está alterado.

• Infecciones urinarias: estas infecciones pueden verse favorecidas por un desequilibrio vaginal.

Si notas alguno de estos síntomas, es fundamental restaurar el equilibrio de la flora vaginal cuanto antes y consultar con tu médico.

¿Cómo reequilibrar de forma natural la flora íntima?

Para restablecer de forma natural el equilibrio de la flora íntima, algunos gestos sencillos y buenos hábitos de vida pueden marcar una gran diferencia.
Aquí tienes algunos consejos esenciales (4):

Adopta una higiene íntima adecuada

Una buena higiene íntima es fundamental, pero es importante evitar los productos demasiado agresivos que pueden desequilibrar la flora. Opta por un gel limpiador suave, sin jabón y con pH fisiológico, adecuado para la higiene íntima diaria. Mycogel de Laboratoires Bailleul es un ejemplo de cuidado limpiador suave diseñado específicamente para las mucosas sensibles con tendencia a micosis. Testado dermatológica y ginecológicamente, contiene ciclopirox olamina, un agente antimicrobiano que ayuda a mantener el equilibrio de la flora íntima mientras alivia las irritaciones y las sensaciones de incomodidad.

Elige la ropa adecuada

La ropa interior de algodón, que permite que la piel respire, es la más recomendable. Evita las prendas demasiado ajustadas o hechas de materiales sintéticos, ya que favorecen la transpiración y el desarrollo de infecciones vaginales.

Refuerza tu sistema inmunológico

Un sistema inmunológico debilitado puede hacer que la flora vaginal sea más vulnerable. Para fortalecer tus defensas, mantén una alimentación equilibrada, rica en frutas y verduras, hidrátate adecuadamente, duerme lo suficiente y realiza actividad física de forma regular. La gestión del estrés también es clave para mantener un sistema inmunológico eficaz.

Utiliza probióticos para restaurar el equilibrio vaginal

Los probióticos son aliados valiosos para restablecer el equilibrio de la flora íntima. Al favorecer la recolonización por bacterias beneficiosas, principalmente lactobacilos, ayudan a impedir la invasión de agentes patógenos manteniendo un pH ácido (5). Algunas cepas de lactobacilos también producen peróxido de hidrógeno, un antibacteriano natural que contribuye a eliminar los agentes responsables de las infecciones vaginales. Además, los lactobacilos son capaces de formar un biofilm sobre la mucosa vaginal: esta película protectora actúa como una barrera física que impide la adhesión y colonización de gérmenes patógenos.

Es particularmente interesante combinar varias cepas de lactobacilos, ya que sus mecanismos de acción son complementarios: algunas refuerzan la acidez del entorno, otras estimulan la respuesta inmunitaria local o inhiben específicamente agentes patógenos. Una alta concentración de lactobacilos (≥10⁹ UFC/día) suele recomendarse para garantizar una eficacia clínica (5).

Harmolya es un complemento alimenticio formulado específicamente para contribuir al equilibrio del microbiota vaginal. Combina cuatro cepas de lactobacilos cuidadosamente seleccionadas: Lactobacillus acidophilus, Lactobacillus gasseri, Lacticaseibacillus casei y Lacticaseibacillus rhamnosus. Cada cápsula contiene más de 11 mil millones de UFC (Unidades Formadoras de Colonias) en el momento de su fabricación, lo que garantiza una concentración óptima para una eficacia máxima.
Harmolya está especialmente recomendado en caso de desequilibrio de la flora íntima, en particular después de un tratamiento con antibióticos o como prevención de recurrencias de infecciones vaginales.

Limita el uso de antibióticos y tratamientos agresivos

El uso repetido o inadecuado de antibióticos puede alterar el equilibrio natural de la flora vaginal, ya que elimina no solo las bacterias responsables de la infección, sino también los lactobacilos protectores (5). En caso de tratamiento con antibióticos, se recomienda acompañar con probióticos adecuados para preservar o reconstituir rápidamente la flora íntima, y así reducir el riesgo de recurrencias o infecciones secundarias, como las micosis.

¿Lo sabías?

Existen tres tipos de flora vaginal según la cantidad de lactobacilos (6):
- Tipo 1 (puntuación de 0 a 3): se trata de una flora normal con predominancia de lactobacilos.
- Tipo 2 (puntuación de 4 a 6): se trata de una flora vaginal intermedia, con pocos lactobacilos pero sin signos de infección fúngica o bacteriana (vaginosis).
- Tipo 3 (puntuación de 7 a 10): se observa una desaparición de los lactobacilos, lo que puede indicar una vaginosis bacteriana.