Aunque las infecciones de las vías urinarias son fáciles de tratar y, por lo general, no son graves, estas siempre son desagradables y pueden afectar seriamente la calidad de vida cuando son frecuentes. Aquí conoceremos los factores que pueden causar infecciones de las vías urinarias, así como los hábitos de una buena higiene y del estilo de vida a adoptar con el fin de limitarlas.
Comprender las infecciones de las vías urinarias
La cistitis infecciosa, una infección de las vías urinarias, es la inflamación de la pared de la vejiga debido a la presencia de bacterias patógenas en la orina. En circunstancias normales, la orina es estéril. Pero de vez en cuando, las bacterias intestinales, como por ejemplo Escherichia coli, llegan hasta la uretra (el conducto a través del cual se descarga la orina) y colonizan la vejiga. Los síntomas más comunes de una infección de las vías urinarias son :
• La necesidad constante e imperiosa de orinar, incluso cuando la vejiga está vacía.
• Una sensación de dolor o ardor al orinar o justo después.
• Orina turbia y con olor fuerte.
• En ocasiones, sangre en la orina o dolor pélvico.
La fiebre no suele ser un síntoma de infecciones simples de las vías urinarias, por lo que una temperatura de más de 38 °C combinada con fuertes dolores en la espalda inferior pueden ser una señal de que la infección se ha extendido a los riñones y ha causado pielonefritis. En este caso, es esencial acudir a un centro de urgencias.
¿A quién afecta?
A pesar de que este tipo de infecciones pueden afectar a los hombres, debido a razones anatómicas, las infecciones de las vías urinarias son mucho más frecuentes en las mujeres: la uretra de una mujer es muy corta, a diferencia de la de los hombres, y su abertura está cerca del ano, donde las bacterias proliferan. Como resultado, más de la mitad de las mujeres sufrirán al menos una infección de las vías urinarias en su vida.
Algunos factores aumentan el riesgo de desarrollar una infección de las vías urinarias :
• No beber suficiente agua.
• Ser muy activo sexualmente.
• El uso de diafragma o tampones durante la menstruación que pueden presionar contra la uretra y la vejiga.
• El embarazo, debido a que el bebé presiona la vejiga, así como los cambios hormonales, que pueden causar desequilibrios en la zona íntima.
• Encontrarse en la post-menopausia, ya que el área vulvovaginal es más vulnerable.
• Diabetes, la cual aumenta la cantidad de azúcar en la orina y, por lo tanto, crea un ambiente ideal para la proliferación de bacterias.
• Algunas anomalías de las vías urinarias.
Prevención de infecciones de las vías urinarias
Adoptar un estilo de vida adecuado y algunos hábitos de higiene íntima suele ser suficiente para evitar infecciones de las vías urinarias o, al menos, limitar su frecuencia:
• Además de todo esto, es importante beber suficiente líquido, preferentemente agua: al menos 1,5 litros por día.
• Cada día, lava tu zona íntima con un limpiador suave formulado especialmente para esta área. Nunca uses jabón, ya que es demasiado abrasivo, y evita repetir excesivamente los lavados, ya que corres el riesgo de crear un desequilibrio en tu flora natural.
• Orina cuando lo necesites, ya que retenerla da a las bacterias tiempo para multiplicarse.
• Evita el estreñimiento, si es necesario, añadiendo mucha fibra en tu dieta: las bacterias intestinales permanecen alrededor del recto durante más tiempo cuando hay estreñimiento, lo que facilita la contaminación de la uretra.
• En el inodoro, siempre limpia de adelante hacia atrás para evitar la propagación de gérmenes nocivos hacia la vagina.
• Después de las relaciones sexuales, orina para eliminar cualquier germen potencial que pueda causar una infección de las vías urinarias.
• Durante el período, cambia tu protección sanitaria cada 4-6 horas y sé especialmente cuidadosa cuando laves tu zona íntima: la sangre proporciona un entorno muy propicio para la proliferación de bacterias.
• Si eres propensa a cistitis recurrentes, bebe regularmente jugo de arándano o toma suplementos alimenticios especialmente formulados para reducir el riesgo de recaídas.
Tratamiento de infecciones de las vías urinarias
Si, a pesar de estas precauciones, sospechas de una infección de las vías urinarias, no te asustes. Suelen ser benignas, aunque deben ser tratadas:
• Es muy importante que no te automediques con antibióticos sobrantes de una infección anterior. Si lo haces corres el riesgo de agravar la situación y dificultar el tratamiento de tu cistitis.
• Acude al médico lo antes posible. Él te prescribirá un análisis de orina para identificar el germen implicado, seguido del tratamiento con antibióticos más adecuado. Los síntomas desaparecen rápidamente una vez que inicias el tratamiento, pero debes finalizarlo con el fin de eliminar todos los gérmenes presentes.
• Durante el tratamiento, debes beber más agua de lo habitual para ayudar a eliminar las bacterias.
• Si no empiezas a sentirte mejor 48 horas después de comenzar tu tratamiento informa a tu médico, quien te recetará un antibiótico diferente.